Trabajar con barro negro es lo más, es así porque el impacto visual de las piezas es enorme, pero además es un trabajo, para mi por lo menos, muy inestable, nunca sé si quedarán bien, ya no si quedarán las piezas como yo las he pensado, no, más bien que con el barro negro todo puede fallar, supongo que es cuestión de tiempo, de trabajo y experiencia.

El barro negro, es negro, es mate, y el que me gusta, tiene textura, hay quien ve las piezas y enseguida piensa en oriente, los hay que piensan en el barro negro de México, sea como sea, a mi amigo Rafa las piezas de cerámica en barro negro le gustan muchísimo.

Estas piezas están hechas en la escuela, forman parte de un proceso de experimentación. Los dos cuencos con pie y el plato son de la colección particular de Rafa. El bol chiquito es de Mónica, se lo llevo para poner las nueces de su merienda.

Gracias a los dos por sentir mis cerámicas.